El Artículo 142 de la Constitución establece lo siguiente en caso de que venciera la opción Rechazo en el plebiscito que se celebró la noche del 4 de septiembre:
Si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución.
Al parecer, los políticos de izquierda y derecha no esperaban que se rechazara la propuesta constitucional, ya que apenas se comenzaron a conocer las tendencias en las encuestas de los últimos meses, comenzaron a plantear en los círculos de poder la posibilidad de comenzar un nuevo proceso en caso que se impusiera el Rechazo.
La izquierda chilena, pro apruebo, no consideró esta alternativa pues estaban seguros de que ganaría su opción. Recién a tres semanas del plebiscito, y cuando los datos indicaban la fuerte posibilidad del triunfo del Rechazo, Gabriel Boric comenzó a plantearse la posibilidad de un “Apruebo para Reformar”, reconociendo con ello que la propuesta contenía artículos que no gustaban a los chilenos. Ni siquiera gustaban a quienes habían votado por él en las presidenciales, electores que él consideraba que serían capital político para el Apruebo.
Lo que llamó la atención fue la arremetida de los políticos y partidos de la derecha. Chile Vamos (UDI, Renovación Nacional, Evopoli) y Republicanos comenzaron a instalar la idea de “Rechazar para Reformar mucho antes que lo hiciera la izquierda, ante la posibilidad de que ganara la opción Rechazo, como finalmente sucedió.
Durante la jornada de ayer, en medio del proceso de votaciones, fue el propio Sebastián Piñera quien inició la carrera para iniciar un nuevo proceso constituyente, al que luego se unieron los presidentes de todos los partidos de derecha anunciando que se unirán al Gobierno de Gabriel Boric para este fin.
Esta postura planteada por los partidos de la derecha es inconstitucional, pues desconoce abiertamente la decisión de los chilenos y también hace caso omiso del Artículo 142 de la Constitución que establecía las reglas que debían ser respetadas para todo el proceso.
Sin embargo todos los presidentes de partidos realizaron declaraciones anoche luego de que se conociera el resultado final que marcó un histórico 61,86% de apoyo al Rechazo, y cada uno de ellos, Francisco Chahuán de RN, Javier Macaya por la UDI, la timonel de Evopoli y Rojo Edwards del Partido Republicano, hicieron sendas declaraciones desconociendo la voluntad popular y anunciando que trabajarían rápidamente junto al Gobierno para iniciar un nuevo periodo de incertidumbre política y social de cara a un nuevo proceso que no está contemplado en la Constitución.
Este comportamiento de los partidos políticos se explica por su desesperación frente a la posibilidad de perder poder. En el Plebiscito ganó el Rechazo porque los ciudadanos se unieron, no por apoyo a esos partidos ni menos por su “trabajo”.
Mantener la actual Constitución, tal como establece el Artículo 142, valida a la Carta Magna y obliga a los partidos a respetarla en toda su extensión, lo que es un impedimento político para el proceder de los partidos que han estado abusando de su poder y pasando desde hace décadas por encima del texto constitucional, transformándolos en ilegítimos.
Además, al desconocer la decisión de la ciudadanía que optó por rechazar por amplia mayoría la propuesta, los políticos están estableciendo públicamente que no son demócratas, y que están dispuestos a cambiar las reglas de la institucionalidad cada vez que lo consideren necesario, persiguiendo solamente su bienestar y pasando por encima del de todos los chilenos.
Ya existen amplios sectores de la sociedad civil trabajando para exponer la ilegitimidad de las pretensiones de políticos de derecha e izquierda e iniciar las acciones necesarias para que este comportamiento sea expuesto en toda su dimensión frente a la ciudadanía.