El diputado y jefe de la bancada del Frente Amplio (FA), Jaime Sáez, respaldó las controvertidas declaraciones de Nicole Cardoch, subsecretaria general de Gobierno (s), quien aseguró “no recordar” enfrentamientos de su sector con Carabineros durante el estallido social de 2019. Las palabras de Cardoch, calificadas por la oposición como un intento de “reescribir la historia” y una falta de respeto a las víctimas, reavivaron el debate sobre el rol de la centroizquierda en la crisis política y policial de ese periodo.
En entrevista con T13 Radio, Sáez argumentó que, tras cuatro años de los hechos, existen “tantas lecturas como historias” sobre octubre de 2019, pero negó un enfrentamiento directo entre su sector y la policía: “No estábamos en las calles tirando piedras ni confrontando a Carabineros. Había una crítica sistemática al actuar de las autoridades y las instituciones, pero eso no equivale a una guerra política”. El legislador insistió en que cuestionar el operativo policial y los casos de corrupción –como el asesinato de Camilo Catrillanca, aún impune en ese momento– no implicaba enemistad, sino una demanda de transparencia ante una institución en “crisis estructural“.
Todo esto olvidando convenientemente el respaldo permanente que los partidos del Frente Amplio le proporcionó a la “Primera Línea” que se enfrentaba a diario atacando a Carabineros, y el posterior homenaje que el mismo conglomerado político al que pertenece Jaime Saez le rindió en el Congreso al grupo de delincuentes protagonista de uno de los momentos más oscuros de la historia reciente en Chile.
La defensa de Sáez llegó horas después de que la oposición acusara a Cardoch de ser una “operadora política” del Partido Socialista y de minimizar la violencia registrada durante las protestas. El diputado del FA rechazó estas críticas, subrayando que la centroizquierda mantuvo una postura crítica hacia el Gobierno de Sebastián Piñera por su manejo de la crisis, pero sin escalar a una confrontación física o institucional. “Carabineros estaba en el piso moralmente. Nuestro deber era señalar los abusos, no avalarlos por condescendencia”, concluyó.