Diversas reacciones ha generado el anuncio que realizó este lunes en cadena nacional el Presidente Gabriel Boric sobre el ansiado proyecto de ley que busca eliminar el Crédito con Aval del Estado e impulsar un nuevo sistema de financiamiento en la educación superior, una de las iniciativas fundamentales de su administración, esto porque para muchos no cumpliría la promesa del Mandatario de condonar el CAE.
Uno de los que criticó fuertemente la medida fue el diputado independiente y primer vicepresidente de la Cámara, Gaspar Rivas, ya que según él este anuncio del Ejecutivo “es lamentable y estamos retornando a los inicios de nuestra democracia cuando el Patricio Aylwin hacía modificaciones en la medida de lo posible. Desde ese punto de vista, lastimosamente es una forma de claudicar sus ideales, por decirlo de alguna manera, y arrodillarse ante los bancos que a mi juicio tendrían que asumir el costo de esta deuda después de casi 20 años de llenarse los bolsillos con dineros fiscales”.
En el mismo sentido, el parlamentario que también es autor de un proyecto de ley que condona el CAE, agregó que “si bien yo no soy partidario del Gobierno del Presidente Boric, siempre he sido contrario a que los bancos participen en cualquier forma en lo que se refiere a la provisión de educación superior, por lo que me hubiese gustado un proyecto más similar a lo que yo presenté hace unos meses atrás y que condonaba el 100% de la deuda, traspasando el costo a los bancos, que es lo que a mi juicio corresponde”.
Finalmente, el diputado Rivas destacó que “además este es un proyecto de ley que no está financiado en el presupuesto de 2025 y no se sabe cómo se va a financiar, además seguramente involucra pagos a los bancos para hacerlos desaparecer de la ecuación y en su reemplazo quedaría el Estado”.
Cabe destacar que la iniciativa anunciada por Gobierno tendría tres objetivos, que son condonar en base a criterio de justicia y mérito parte de las deudas educativas; reorganizar la deuda, que quede en términos razonables para aquellos que aún deban; y terminar con el CAE, reemplazándolo con un nuevo instrumento de financiamiento público de la educación superior.
