Figuras emblemáticas del PC chileno impulsan candidatura de Daniel Jadue pese a acusaciones de corrupción
Un grupo de destacados militantes del Partido Comunista (PC) de Chile, entre ellos el Premio Nacional de Arquitectura, Miguel Lawner; el economista Hugo Fazio; y el músico Jorge Coulon (Inti-Illimani), respaldan una carta titulada “A vivir la vida que merecemos”, que propone al exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, como candidato presidencial. La iniciativa surge en medio de un escenario político polarizado, marcado por las acusaciones de corrupción que mantienen a Jadue bajo arresto domiciliario.
¿Quiénes firman el llamado?
La misiva suma adhesiones transversales, incluyendo a:
- Cristián Cuevas, presidente del Partido Popular.
- Roxana Pey, exrectora de la Universidad de Aysén.
- Rodrigo Karmy, escritor y filósofo.
- María Emilia Tijoux, académica especializada en migraciones.
- Gregory Cohen, director teatral.
- Mauricio Redolés, referente de la música contestataria.
Urgencias planteadas: seguridad y matriz productiva
El documento enfatiza la necesidad de abordar la seguridad ciudadana con “un tratamiento serio, multifocal y no sólo efectista”, además de impulsar una “matriz productiva que supere el extractivismo y las economías de enclave”. Estas propuestas buscan diferenciarse de lo que califican como “políticas neoliberales”.
Jadue: ¿Un “Lula chileno”?
La candidatura de Jadue revive debates similares a los del expresidente brasileño Lula Da Silva, quien en 2018 compitió desde la cárcel por cargos de corrupción (posteriormente anulados). Jadue enfrenta actualmente tres causas judiciales por presuntos delitos de fraude al fisco, cohecho y lavado de activos, vinculados al caso “Farmacias Populares”.
Polémicas judiciales
En 2023, el Ministerio Público archivó dos investigaciones preliminares contra Jadue por “pérdida de evidencias”, según informes oficiales. Sin embargo, nuevas acusaciones reactivaron su procesamiento, llevando a la Justicia a decretar su arresto domiciliario en mayo de 2024. Sus defensores denuncian “persecución política”, mientras sus críticos exigen transparencia.
