Con su alto contenido de agua y citrato, esta fruta refrescante puede ayudar a combatir las piedras en los riñones, según expertos de Mayo Clinic.
Los cálculos renales son un problema de salud cada vez más común que afecta a una de cada diez personas, y su aparición puede implicar dolores severos e incluso intervenciones quirúrgicas en los casos más avanzados.
Frente a esta situación, especialistas destacan la importancia de adoptar una dieta adecuada para prevenir la formación de estas dolorosas piedras, y entre los alimentos recomendados, hay una fruta que sobresale por sus propiedades hidratantes y protectoras: la sandía.
Sandía: hidratación y prevención renal
Según el sitio oficial de Mayo Clinic, una dieta rica en frutas y verduras específicas puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales.
En este contexto, el nefrólogo Ivan Porter II explica que alimentos como la sandía, que contienen un alto porcentaje de agua, suelen tener también un elevado nivel de citrato. “Estos alimentos inhiben naturalmente los cálculos y pueden formar parte de la prevención a fin de impedir que en el futuro se formen cálculos renales”, afirma Porter.
Además, el especialista señala que no solo es relevante incorporar ciertos alimentos beneficiosos, sino también reducir el consumo de aquellos que pueden favorecer la aparición de piedras, como la carne en exceso. “Una manera de evitar la producción de más cálculos es limitando la ingesta de carne a cantidades menores”, añade.
Propiedades de la sandía frente a los cálculos
Los beneficios de la sandía no se limitan únicamente a su capacidad de hidratación. Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) profundiza en las propiedades de esta fruta para la salud renal.
La investigación revela que el extracto de su pulpa ayuda a reducir la formación de cristales de oxalato de calcio, que son los principales responsables de los cálculos renales.
Asimismo, el estudio indica que la sandía mejora parámetros importantes del sistema urinario: aumenta el pH y la producción de orina, previene la pérdida de peso asociada con las enfermedades renales y restablece los niveles normales de calcio, oxalato, fosfato y citrato en la orina. En contraste, el extracto de semilla de sandía no mostró los mismos efectos positivos.
En resumen, la incorporación de sandía a la dieta no solo es una opción refrescante y sabrosa, sino también una herramienta natural con respaldo científico para el cuidado renal. Como siempre, es recomendable consultar con un especialista antes de realizar cambios en la alimentación, especialmente si existen antecedentes de problemas renales.