Fue durante marzo del año 2018, cuando la Municipalidad de Curacaví encabezada por su alcalde Juan Pablo Barros y con la unanimidad del Concejo Municipal, aprobaron la ordenanza en donde los nombres elegidos para las nuevas calles de la comuna, siempre que se refieran a nombres propios, deberán guardar una proporción del 50% entre nombres masculinos y femeninos.
A saber hoy en Chile, y según datos del Consejo de Monumentos Nacionales, tan sólo el 4,7% de los monumentos en las capitales regionales del país están dedicados a mujeres. En la Región Metropolitana por ejemplo, existen exiguamente seis de los 125 monumentos públicos, y en cuanto a las calles con nombre de mujer, apenas rozan el 18%. Dentro de esa estadística, la que tiene mayor presencia por mucho de ventaja es nuestra poetisa y premio Nobel Gabriela Mistral.
Visibilizar más a las mujeres y concientizar con ello a la población, fue lo que se planteó hace seis años la comunidad de Curacaví, y hoy ad portas de una nueva celebración del 8-M, la comuna repasa el impacto que ha tenido la ordenanza municipal. “Nos enorgullece que esta política pública haya nacido en Curacaví. Somos una comuna rural que ha intentado con esta y otras medidas poder darle proporción en el espacio publico, al papel vital y de incalculable valor que juegan las mujeres en nuestra sociedad y en nuestras vidas. Ciertamente en nuestra comuna han nacido y vivido mujeres de un alto valor histórico o cultural para el país, como Margot Loyola, pero también vecinas, mamás, abuelas, presidentas de clubes sociales y dirigentes que en nuestro ámbito local, han sido un aporte único al desarrollo de nuestros barrios”, indico el alcalde Juan Pablo Barros.
Sin duda que la visibilidad de nombres de mujeres en las calles, otorgará mayor identidad e identificación urbana para todos.