Ante el preocupante aumento de las tarifas eléctricas, las placas solares asoman como alternativa viable.
Desde que se fijó el aumento en los precios promedio del sistema eléctrico nacional resultando en un alza de entre un 3% y un 17% en las cuentas de energía eléctrica en casi todo el país, diversas opciones han surgido para mitigar los costos y el impacto en el bolsillo.
Una opción destacada para reducir este alza es el uso de placas solares, las cuales aprovechan la energía solar de manera gratuita, no contaminante y eficiente, complementando la electricidad del hogar y dando un respiro a los sistemas de transmisión.
Esta solución es especialmente viable en Chile debido a la alta radiación solar que se extiende de sur a norte. “Una de las ventajas que tiene nuestro país es la alta radiación solar que recibe en casi toda su extensión, lo que nos permite aprovechar la energía solar mediante los paneles fotovoltaicos. Esta clase de sistema es parte de la llamada ‘Energía Renovable No Convencional’ (ERNC), la cual es más amigable con el medioambiente,” explican desde la Escuela de Construcción de DuocUC.
Tipos de paneles solares
El uso de paneles solares no solo ayuda a reducir los costos de electricidad, sino que también contribuye a prácticas más sostenibles y ecológicas.
Es por eso que pese al aumento de tarifas eléctricas, la adopción de esta tecnología se presenta como una solución viable y beneficiosa para los hogares chilenos, sin embargo, debe ser vista como una inversión a largo plazo.
¿Cuáles son los principales paneles y sus características?
- Paneles solares fotovoltaicos: Son los más comunes y están compuestos por células solares que captan la radiación solar para liberar electrones y generar energía eléctrica. Estos paneles, recubiertos con plástico resistente, pueden reducir hasta un 30% de la cuenta eléctrica del hogar.
Existen tres subtipos:
-Monocristalinos: Ofrecen un rendimiento optimizado y estable, pero son más costosos.
-Policristalinos: Tienen un menor rendimiento, pero también un costo más bajo.
-Amorfos: Fabricados en capas delgadas, son menos costosos y más fáciles de instalar.
- Paneles solares térmicos: Estos paneles no generan electricidad, sino que convierten la radiación solar en energía térmica, reduciendo el consumo de combustible o gas. Son útiles para obtener agua caliente sanitaria y para la climatización de sistemas de calefacción y piscinas. Sin embargo, en días nublados su eficiencia puede disminuir, por lo que se recomienda un sistema mixto.
- Paneles solares híbridos: Combinan las tecnologías de los paneles fotovoltaicos y térmicos, proporcionando tanto energía eléctrica como térmica. Estos sistemas almacenan la energía generada durante el día en una batería y se conectan a un sistema de refrigeración que transforma la energía solar en calor. Aunque su costo inicial es alto, representan una inversión rentable a largo plazo por su eficiencia y ahorro en costos.
