En 2017, los sistemas interconectados Central y del Norte Grande se unieron para formar una nueva red eléctrica nacional. ¿Cómo ha evolucionado este sistema y qué le depara el futuro?
El sistema eléctrico de Chile se subdivide en tres sistemas por separado: el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el Sistema de Aysén (SEA) y el Sistema de Magallanes (SEM). No obstante, el más grande de todos es el primero, ya que abastece de electricidad a un 98,5% de la población.
Sin embargo, no siempre fue así. En noviembre de 2017 culminaron las obras que unieron el Sistema Interconectado Central (SIC) y el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), y conformaron el SEN.
“Nuestro país ha terminado con la absurda situación de tener un sistema eléctrico en el Norte Grande y otro distinto entre Taltal y Chiloé. Lo que estamos haciendo hoy es borrar esa frontera que interrumpía abruptamente la transmisión eléctrica, que aumentaba los precios y la ineficiencia”, expresó la entonces Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en un evento de inauguración del Sistema.
Según lo que anunció el gobierno de esa época, el nuevo sistema sería responsable del abastecimiento de energía a más del 97% de la población nacional, tendría una capacidad instalada de aproximadamente 24.000 MW y una demanda de 11.000 MW.
¿Cómo han evolucionado estos números hasta la fecha? Lo que ya sabemos es que su alcance nacional ha aumentado en un 1,5%.
Un gran aumento de capacidad
Si hace cinco años mencionaban que la capacidad del nuevo SEN sería de 24.000 MW, hoy se ha superado en un 33,3%, llegando a 32.000 MW. De ese total de capacidad, 13.515 MW corresponden a fuentes no renovables y 18.485 MW a renovables.
En cuanto a las fuentes de energía limpia, las principales son la hidráulica (pasada y embalse), la solar, la eólica y la geotérmica. No obstante, nuestra dependencia hacia las fuentes no renovables como el petróleo, el carbón y el gas sigue siendo alta.
Según datos aportados por Generadoras de Chile, del total de electricidad generada en 2021 un 55,22% proviene de fuentes no renovables. ¿Cómo se explica esto? A pesar de que la demanda no ha cambiado mucho desde la creación del SEN (11.000 MWh/h vs 11.905,5 MWh/h), hay factores climáticos que han influido en esto.
Uno de estos factores es la sequía que por décadas viene afectando al país y que se ha visto recrudecida en los últimos años. Hay que tener en cuenta que, una de las principales fuentes renovables es la hidráulica, por lo que, a falta de agua, menor será la capacidad de generación de las plantas.
Los planes a futuro: Mayor inversión en transmisión
Uno de los ejes centrales en el plan para alcanzar la descarbonización total de la matriz energética es invertir en la construcción de más líneas de transmisión, las que a fin de cuentas, son las que componen principalmente el SEN.
Según datos publicados por el Coordinador Eléctrico Nacional, actualmente hay 36.747 km de línea construidos desde Arica a Chiloé. A ese número, habrá que adicionar otros 1.101 km correspondientes a proyectos de transmisión que están en construcción en las regiones Metropolitana, O’Higgins, Los Lagos, Los Ríos, Atacama y Coquimbo, según datos del Ministerio de Energía.
Por otro lado, hay otros 871 km de líneas de transmisión de proyectos que aún están en evaluación por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), dentro de los que se cuenta el proyecto Tineo – Nueva Ancud, en Los Lagos, a cargo de Transelec.
¿Qué papel juega la transmisión en el proceso de descarbonización? Esta tiene un rol habilitante ya que, primero, conecta a las plantas generadoras al sistema y luego, a través de su extensa que recorre todos los rincones del país, permite transportarla hasta los centros de consumo.