Es bien sabido que la pandemia cambió muchos de nuestros hábitos de consumo y las empresas han tenido que adaptarse rápidamente. Un modelo de negocio que se ha vuelto muy popular en toda latinoamérica es el de las dark kitchen. Se trata de restaurantes que no tienen mesas ni garzones y solo se dedican a vender comida a domicilio.
Como concepto empresarial no son algo nuevo, ya pizzerías, restaurantes de comida china y sushi trabajaban únicamente con la modalidad de delivery y take away, sin embargo, la pandemia y las épocas de confinamiento impulsaron los negocios de aplicaciones dedicadas al delivery para restaurantes, que ofrecen un vínculo entre los consumidores y los restaurantes.
Se trata de una de las grandes ventajas tecnológicas que han sabido aprovechar cientos de restaurantes con comedores presenciales para generar más ingresos a través de pedidos por la app.
Lo más interesante es que durante la pandemia los emprendedores vieron en las dark kitchen una oportunidad para ofrecer su producto de manera exclusiva por estas aplicaciones y dejar atrás los comedores con atención presencial.
Sin tiempo para cocinar
El éxito de las dark kitchen tiene una explicación. En las ciudades los más jóvenes no tienen tiempo para cocinar, la modalidad del home office les quita mucho tiempo, lo que significa un mayor interés por la comida preparada y por el delivery.
Los dueños de restaurantes en funcionamiento se han visto colapsados por la gran cantidad de pedidos a través de plataformas, por lo que muchos tomaron la oportunidad de hacer crecer sus negocios colocando Dark kitchen que atiendan estos pedidos en exclusividad y dejando la cocina del restaurante solo para la atención presencial.
Hacia un modelo basado en atención online
Es difícil saber cual modelo es mejor. Los restaurantes en funcionamiento tienen la ventaja de ya poseer una marca que el público conoce y que es visible en sus locales. Mientras que los emprendedores que deciden crear un restaurante en modalidad de Dark kitchen deben realizar una labor adicional para hacer más visibles sus productos. Ya sea a través de la promoción por redes sociales o aprovechando herramientas de marketing que ofrecen las propias plataformas.
Por su parte, los beneficios de las marcas virtuales son numerosos: menús probados, cadenas de suministros bien estructuradas, datos de consumidores existentes y la posibilidad de estar siempre a la vanguardia en nuevos mercados.
Es una excelente manera de probar nuevos mercados con una base de clientes que ya se encuentra conforme con el servicio de entrega. Todo esto apoya a los nuevos restaurantes que colocando un capital inicial muy bajo pueden empezar a generar ingresos rápidamente.
Lo cierto es que en estos dos últimos años hemos tenido grandes cambios y en el mercado de alimentos tanto las pequeñas como las grandes empresas han adoptado la tecnología para sobrellevar la pandemia y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de sus clientes.
Adaptarse o desaparecer
Ahora que vemos la luz al final del túnel los negocios deben aprender a sobrevivir en la economía post pandemia. Toda la industria adoptó una década de tecnología en unos pocos meses y esto es válido para los consumidores quienes luego de las épocas de confinamiento continuaron prefiriendo el delivery a sentarse en el comedor de un restaurante.
Los números no mienten, el comercio electrónico en el sector alimentación creció en un 69,8 % desde el 2020 Por lo que el crecimiento de las dark kitchen responde a las necesidades de los consumidores y no solo a la pandemia. Si los clientes continúan prefiriendo el delivery todos los restaurantes van a tener que adaptarse y empezar a ofrecer en los restaurantes algo más que la comida, La experiencia en el restaurante será mejor valorada pero solo si ofrece algo más, algo diferente al delivery.