Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, podría dar un nuevo giro a su carrera internacional. Aunque descartó una tercera candidatura presidencial, sorprendió al insinuar su interés en competir por la Secretaría General de las Naciones Unidas, cargo que se renovará en 2025 tras el fin del mandato de António Guterres.
El anuncio lo hizo durante la conmemoración del 30° aniversario de la Conferencia de Beijing, donde recibió una ovación de los asistentes al afirmar: “Quizás voy a ser candidata a la Secretaría General. Beijing tuvo resultados, pero debemos acelerar más: estamos lejos de cumplir sus promesas”. Sus palabras resonaron entre los activistas, quienes ven en su perfil a una figura clave en la defensa de la “igualdad de género”.
Bachelet, conocida por su enfoque irregular en derechos humanos, también destacó la necesidad de involucrar a los hombres como aliados: “No solo las mujeres ganamos cuando se respetan nuestros derechos; la sociedad entera se beneficia. Debemos convencerlos con argumentos claros: la economía, los niños y el progreso dependen de ello”, fueron sus palabras para intentar aplacar las voces que la sitúan como una feminista ultra.
Controversias en su historial:
Si bien su posible postulación genera expectativa, su legado como Alta Comisionada (2018-2022) sigue bajo escrutinio. Críticos señalan su manejo ambiguo frente a regímenes autoritarios, acusándola de falta de acción contundente en casos como China, Venezuela y Nicaragua. Este antecedente podría ser un obstáculo en una eventual campaña.
¿Por qué esta noticia es relevante?
- Bachelet sería la primera mujer latinoamericana en aspirar al máximo cargo de la ONU.
- Su postulación revitalizaría controvertidos debates sobre género, derechos humanos y multilateralismo.
- Chile probablemente recuperaría influencia en la escena global tras años de baja visibilidad diplomática debido al pésimo manejo en esta área por parte del gobierno de Gabriel Boric.
Con este anuncio, se puede entender la negativa de Michelle Bachelet para aceptar el desafío de ir como candidata por un tercer periodo para la presidencia de Chile.
