El aumento de las temperaturas ha incrementado la incidencia de alergias y otras condiciones relacionadas al polen, ácaros u otros alérgenos. El fenómeno se ha adelantado y extendido debido a las condiciones climáticas.
Existen diferentes razones para desarrollar una alergia de verano. Principalmente la aparición de polen y otros alérgenos en el ambiente durante la primavera y la presencia de plátanos orientales en gran parte de la capital han incrementado la tasa de alergias, lo que según expertos es un fenómeno global.
La relación entre el incremento de las alergias y el cambio climático es clara, esto porque según los expertos, el calentamiento global no solo afecta la duración de las estaciones, sino también la intensidad y tipo de alergias, variando según la geografía y el clima específico de cada zona.
En zonas de calor seco, por ejemplo, se potencian más las alergias en comparación con áreas de clima húmedo. La ausencia de lluvias, otro efecto del cambio climático, juega un papel crucial en la permanencia de alérgenos en el aire, ya que la lluvia ayuda a limpiar la atmósfera de estas sustancias.
Las alergias más comunes
Entre los alérgenos más comunes se encuentran los ácaros, el polvo o los pelos de animales. El aumento de la temperatura también afecta la biología de las plantas, provocando una producción más temprana y abundante de polen.
Además, los animales domésticos, como perros y gatos, cambian su pelaje más frecuentemente debido al calor, lo que puede agravar las alergias en personas susceptibles.
¿Alergia o resfrío? Cuándo acudir a un médico
Para aquellos que ya sufren de alergias, es necesario tomar precauciones especialmente durante las horas del día cuando los alérgenos están más presentes en el aire y distinguir correctamente los síntomas de las alergias de los resfriados de verano, que aunque similares, presentan diferencias clave en su tratamiento.
Las alergias producen reacciones inmunitarias tales como conjuntivitis o rinitis, que son constantes. En cambio, un resfrío común se manifestará a través de congestión nasal y dolores o fatiga.
En verano es común enfermarse tras días de viaje, en el caso de que una alergia presente otros síntomas, reacciones cutáneas o se manifieste tras una picazón de insecto o alimentos, lo recomendable es visitar de inmediato a un médico y buscar atención según la cobertura o servicios que se requieran.
